Sólo ha pasado una quincena de este nuevo año y ya salen a la luz
noticias que generan desasosiego en el mundo taurino. La asociación de toreros
del G-10 “se une” al propósito de José Tomás: reivindicar los derechos de
imagen de los matadores en los medios de comunicación televisivos. Si bien es
cierto que las llamadas figuras estarán presentes en las ferias de Valencia,
Sevilla y Bilbao, que ya han sido compradas por el Digital +.
Piden los toreros que TVE vuelva a épocas anteriores y retransmita
un número mínimo de festejos importantes, con el fin de propagar la Fiesta de
manera que puedan disfrutar de ella en más hogares. Esperemos que el cambio de
partido político que gobierna el país permita una reincorporación del
espectáculo taurino a la televisión pública española.
Por otra parte, es necesario felicitar el esfuerzo realizado por
medios como “El Mundo” o “Telecinco”, cuyos directores han comenzado a fomentar
la aparición de crónicas relacionadas con el mundo taurino en sus noticiarios.
También está siendo muy importante el auge de blogs y páginas taurinas creadas
por jóvenes aficionados que pretender acercar la Fiesta a todo el mundo,
recreándose en reportajes fotográficos y audiovisuales, entrevistas a
personajes importantes, actividades de fomento… Sin duda, ha habido que pagar
un precio importante: la pérdida de los festejos taurinos en Cataluña. Hasta
que no hemos visto que los presagios se hacían realidad no hemos empezado a
movernos; somos más, pero estamos tan callados y escondidos que da igual el
número que seamos, porque las batallas sólo se pueden ganar si el frente
permanece unido y lucha con sus mejores armas. Y créanme, las tenemos, pero no
sabemos utilizarlas. ¿O no ven cómo en Francia siendo menos los aficionados han
logrado recoger un número mucho mayor de firmas en menos tiempo que en España?
Que no nos dé vergüenza asumir y defender nuestra cultura, nuestra
libertad y nuestra afición. Es un motivo de orgullo, por lo que no podemos
dejar que se pierda. A mi edad no hay nada de lo que pueda estar más orgullosa
que de ser aficionada taurina y amante del campo, y cada vez que tengo la
oportunidad lo digo bien alto, porque sin duda es algo de lo que considero que
uno puede jactarse.
No hay que echar balones fuera, por descontado, porque nosotros
mismos nos hemos encerrado hasta el punto de que hemos estado al borde de
perder la Fiesta. Nosotros somos los que hemos pretendido “limpiar” la sociedad
de ideas como la de la muerte, la sangre, el dolor, la lucha… y es un grave
error. La vida es bella, pero también es cruel. La vida sólo tiene sentido si
existe una muerte que la redima. Las corridas de toros son una simbolización de
la vida misma, un continuo baile entre la vida y la muerte, el poder y la
presunción, el orgullo y el miedo. ¿Por qué borrar de nuestra mente conceptos
como éstos? ¿Acaso no están presentes diariamente en nuestras vidas? El
problema es que no sabemos asumirlos.
Para terminar, por no extender demasiado este artículo de opinión
que daría para escribir libros enteros, me gustaría hacer una observación. He
tenido la suerte de apreciar este mundo desde dentro y he podido asistir a
muchos tentaderos y otras faenas de campo. Los chavales que se vestían de corto
y cogían su capote y su muleta y encaraban a la novilla que iba a ser tentada
dejaban de ser niños y se convertían en hombres. El ruedo les transforma hasta
tal punto que se puede apreciar en ellos personas completamente diferentes; y
el hablar con ellos es motivo de estudio, sin duda. El grado de madurez que
alcanzan las personas que comprenden este arte es mucho mayor, por lo general,
que el del resto; incluso la capacidad de afrontar los problemas más graves. Y
un ejemplo indiscutible lo hemos podido vivir este año en un torero ya más que
confirmado: Juan José Padilla. Si un percance de este tipo le hubiera pasado a
otra persona lo más probable es que no se hubiera recuperado a esta velocidad,
¡y sin embargo Padilla ya ha estado tentando en el campo!
¿Cuántos chiquillos se pasan las tardes y los días conectados a
videoconsolas, ordenadores y dispositivos móviles? Ya no se disfruta del aire,
de la libertad del campo y de esas labores que le curten a uno en la vida.
Respeto a aquellas personas que no sepan apreciar este mundo, pero
no comparto esa irrespetuosidad que muestran hacia nuestra persona. Y yo ahora
les pregunto: ¿prefieren una sociedad que viva psicológicamente en un “paraíso”
en el que ni la muerte ni el dolor existan y que nadie sea capaz de afrontar
situaciones difíciles, o en una sociedad realista en la que los problemas se
resuelven y somos fuertes mentalmente para saber apreciar lo que hay a nuestro
alrededor?
Si me dan a elegir entre una videoconsola o una tarde en el campo,
me quedo con la segunda opción sin siquiera pensarlo. Y créanme cuando les digo
que soy muy diferente a la gente de mi edad, lo veo todo con otros ojos y soy
mucho más feliz pudiendo apreciar cosas que pasan desapercibidas para los
demás. Por eso les animo a reflexionar y buscar en su interior aquellas cosas
que les hagan enorgullecerse de sí mismos y que no teman a expresarlas, porque
ya ven que en muchos casos son rasgos muy buenos que nos diferencian
positivamente de otras personas.
Que pasen un feliz año 2012 y que vivamos una gran temporada
taurina. Y recuerden que si alguien les pregunta sólo deben contestar: “sí, soy
taurino, y nada ni nadie podrá hacer que me sienta más orgulloso de ello”
No hay comentarios:
Publicar un comentario